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Francisco Berlanga y José Roda redescubren al Nazareno de las Fatigas


 Francisco Santiago. El Nazareno de las fatigas ha vuelto a la Real parroquia de Santa María Magdalena de Sevilla, después de una minuciosa y compleja restauración que le ha realizado el imaginero y restaurador Francisco Berlanga.

Este Nazareno de finales del siglo XVI, realizado según las investigaciones de José Roda Peña por Gaspar del Águila en 1586, se encontraba en un estado de deterioro y abandono más que lamentable, por lo cual, monseñor Antonio Fernández Estévez, párroco de La Magdalena, con la asesoría del  Doctor en historia del Arte José Roda Peña, decidieron acometer la recuperación de esta devoción añeja, dejando la restauración en manos expertas, en este caso las de Francisco Berlanga de Ávila.

Según nos ha comentado el restaurador, desde el siglo XVIIl la imagen venía sufriendo un grave ataque de carcoma, por lo cual ya en esa fecha se decidió recubrir la talla del Nazareno con arpillera o telas encoladas, y no por convertirla en imagen de bulto redondo, sino para ocultar y en cierta forma reforzar el deterioro producido por dicha carcoma,  a raíz de esto y para poder vestirlo con túnica de terciopelo se le redireccióna el brazo derecho y se le tallan manos y pies nuevos que suponemos que serian del todo irrecuperables, también se le acorta y refuerza con pletina de hierro el brazo izquierdo para simular el abrazo a la cruz.

 Los trabajos de Berlanga han descubierto que la túnica de la imagen en sus orígenes fuera  dorada y estofada al temple de huevo, pero el gravísimo deterioro de éste, ha hecho imposible su recuperación. la parte posterior, de la imagen es totalmente plana,  al haber sido realizada para contemplarse en su retablo y no para procesionar.

La magnifica Cruz del Nazareno, esta realizada en madera de cedro forrada de carey y plata, debido al paso del tiempo, tenía el carey acombado y cristalizado, siendo necesario retirar lámina a lámina, rehumectarlo, plancharlo, acoplarle piezas nuevas en las zonas mas deterioradas, dorar toda la superficie de la cruz para darle mas luminosidad al carey y así devolverlo a su estado original, mientras que la plata ha sido restaurada en el taller de los hermanos Fernández. Un taller con tradición, pues son orfebres desde 1936, ésta es la tercera generación.

La restauración de la imagen ha consistido principalmente, en la retirada de todos los elementos postizos, limpieza de las galerías producidas por la carcoma, rehumectación y revitalización del soporte ligneo,  relleno con materiales expansivos de las galerías, repiezeo con madera de cedro de los volúmenes desaparecidos, redirección del brazo derecho, nueva hechura del brazo izquierdo, siguiendo las directrices de un grabado de la época.  

 La policromía de las carnes ha sido sometida a un minucioso proceso de limpieza y de reintegración cromática, siendo totalmente nuevo el estucado y policromía del resto de la imagen.

Francisco Berlanga le ha realizado una nueva corona de espinas, así como nuevos casquillos para las potencias, pues anteriormente estaban clavadas directamente en la madera.

La Investigación de Roda Peña

El profesor Roda Peña, realizó durante varios meses, junto al párroco de la Magdalena, el seguimiento del proceso de restauración de la imagen del Nazareno de las Fatigas, emprendido por el escultor y restaurador Francisco Berlanga de Ávila.

Será sobre el mes de septiembre de 2010, cuando aparezca en la Revista Laboratorio de Arte, que edita la Universidad de Sevilla, un artículo suyo dedicado monográficamente a la venerada talla.

José Roda peña ha adelantado a este portal que la imagen del Nazareno presidió, desde comienzos del siglo XVII, una capilla propia, situada en el lado de la Epístola de la desaparecida parroquia de Santa María Magdalena, donde se le tributaban cultos semanales durante todos los viernes del año.

La escultura, aunque concebida originalmente como una talla completa "de más de medio relieve", comenzó a revestirse con una túnica de tejido natural a comienzos del siglo XVIII, cuando también puede fecharse la espléndida cruz de carey y plata que sigue conservando en la actualidad.

Roda Peña ha podido ratificar documentalmente que esta efigie del Nazareno de las Fatigas es la que se contrató con el escultor Gaspar del Águila en diciembre de 1586, siendo sometida posteriormente a diversas intervenciones restauradoras, hasta la última de Berlanga de Ávila, en la que se ha podido recuperar la primitiva actitud de su mano derecha, apoyada sobre la pierna en señal de cansancio o "fatiga", que da precisamente su advocación a la imagen.

Fotos: Francisco Berlanga










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