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Provincia. Devoción mariana en el LXXV aniversario de la Salvación de la Virgen de los Dolores de Herrera


 Manuel Pinto Montero. La pasada madrugada del 11 se septiembre fue el momento más esperado por el pueblo de Herrera desde que la Hermandad Servita de Nuestra Señora de los Dolores anunciara la Procesión extraordinaria de su dolorosa. Grandioso fue el transitar de la Santísima Virgen por las calles de Herrera desde el inicio de la madrugada del domingo 11 de septiembre, una larga noche donde el pueblo brilló con una luz especial  que provenía del palio servita de los Dolores.

Momentos únicos y difícilmente repetibles, calles que esperaban ansiosas a su Virgen, y es que el motivo de tal conmemoración no era para menos, 75 años de que la imagen se salvara de las llamas que prendieron la Parroquia de Santiago el Mayor en febrero de 1936. La Virgen que fue ocultada en un domicilio particular para luego marchar hasta Utrera junto a la Virgen de Consolación, más tarde se trasladó a Estepa desde donde llegó a la localidad de Herrera a hombros de sus devotos.

La bella imagen de la Virgen de los Dolores es una talla anónima de finales del siglo XVII o principios de XVIII, atribuida por varios restauradores a la escuela granadina. Posee la imagen dos juegos de manos, portando en esta efeméride las bellas manos entrelazadas con un pañuelo entre ellas. Procesiona la Virgen bajo palio bordado por las hermanas de la Hermandad, con respiraderos de los años cincuenta y candelería de  Manuel de los Ríos.  Viste la Santísima Virgen manto bordado en Écija y porta una bella y original diadema que enmarca su bello rostro.

La Virgen fue llevada por su cuadrilla de hermanos costaleros  uniéndose costaleros de otras Hermandades de Herrera.  Musicalmente acompañó la Banda Amigos de la Música de Herrera. Durante la noche y en varios puntos del largo itinerario que realizó la Virgen  la Hermandad ofrecía chocolate con churros para todo aquel que deseara.

La procesión tuvo momentos de especial belleza y emotividad. La Virgen que recorrió calles nuevas de Herrera donde la esperaban sus vecinos y devotos de siempre y se emocionaban al paso de la imagen. En la Plaza de España la Santísima Virgen de los Dolores  cruzó su mirada con la Inmaculada que preside la Ermita de la Concepción, el paso reviró al filo de las seis de la mañana. Pero el momento más emotivo en este lugar se producía minutos después cuando la Virgen volvió sus pasos y reviró en la Plaza de España a la casa número 20, este fue el lugar donde la Virgen fue ocultada antes de ser trasladada a Utrera, aún viven en este domicilio los familiares de aquel hombre que hace ahora 75 años la salvó.

 Pero aún quedaba mucha procesión por delante y la Virgen buscada, ya en las calles cercanas al Templo Parroquial, la luz del nuevo día, un amanecer distinto en Herrera. Pero antes emoción y sentimiento de la cuadrilla de costaleros subiendo la cuesta de la calle Cuartel a los sones de Reina de Triana y Caridad del Guadalquivir. Ya en la calle Sol amanecía, la luz fue distinta y el andar de los costaleros más pausado.  La virgen quiso tener un recuerdo con los mayores de Herrera y por eso, ya con el nuevo día se acercó hasta la Residencia de Mayores, donde los ancianos le ofrecieron a la Virgen un ramo de flores entre lágrimas de sentimiento.

El sol apareció por los tejados de las casas como buscando el rostro de la Virgen Servita y las campanas de Santiago el Mayor ya anunciaba que estaba  cerca de la Parroquia. Aquí se unían las caras de cansancio y otras más risueñas que llegaban buscando a la Virgen de los Dolores.  En las puertas ya del Templo el capataz se despedía de sus costaleros, esas iban a ser sus últimas chicotás ya que anunció su retirada. A los sones de Encarnación de la Calzá la Virgen de los Dolores reviró  para quedar enmarcada en la Puerta del Templo Parroquial mientras se rezaba la Salve. A las nueve menos diez de la mañana la Virgen de los Dolores entraba en la Iglesia Parroquial de Santiago el Mayor.

Una noche llena de sentimientos y alegría, con un amanecer glorioso junto a la Reina Servita  de los Dolores, que se salvó de las llamas por el amor y la devoción que tiene en su pueblo de Herrera, hace ahora 75 años, cuya conmemoración quedará  en la memoria de todos sus devotos.

Os dejamos algunas imágenes:

Fotos: Manuel Pinto Montero.










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