Patrimonio. Cultura restaura la valiosa Cruz Procesional de la Colegiata de Osuna.
La Cruz Procesional de la Colegiata de Osuna es una singular obra de orfebrería, considerada de primer orden dentro de las de su género, sellada en el taller vallisoletano de Pedro de Ribadeo en torno al primer cuarto del siglo XVI, que debió llegar a tierras andaluzas de manos de Juan Téllez Girón, IV Conde de la dinastía de Osuna, para formar parte de la colección de piezas labradas en oro y plata que éste atesoraba.
Se trata de una obra compleja, dividida morfológicamente en tres partes, que destaca por sus valores históricos y estilísticos. Su autor, Pedro de Ribadeo, fue quien al frente de su taller en Valladolid –ya en funcionamiento en 1497- difundió la orfebrería gótica centroeuropea por toda la Península.
La Cruz de Osuna presenta una profusión de elementos arquitectónicos como arbotantes, contrafuertes o pináculos propios de finales del gótico, y recrea modelos iconográficos alusivos a la Pasión de Cristo propagados en su época a través de estampas y grabados principalmente germánicos.
Tanto sus rasgos estilísticos como el modo de construcción y ensamblaje de las partes fueron determinantes a la hora de relacionar esta obra con otras de gran relevancia artística, procedentes también del taller de Ribadeo, como son la Cruz de la Parroquia de Pesquera del Duero, la de Camporredondo y la de Mucientes, todas ellas en Valladolid.
Antes de su intervención la Cruz de Osuna presentaba algunas deformaciones importantes, pérdida de determinados elementos y cambios de ubicación de otros, detectándose además la presencia de estaño y adhesivos que actuaban como soldadura sobre la plata labrada, junto a clavos metálicos empleados para fijar las distintas placas y que habían sido producto de modificaciones posteriores.
Durante el proceso de restauración se procedió a enderezar algunas zonas deformadas como consecuencia de golpes o presiones, se recuperó la estabilidad estructural del conjunto, se repusieron elementos perdidos como los dos remates en forma de cardina en el brazo horizontal de la Cruz y se llevo a cabo, tras un necesario análisis gemológico, la limpieza y el correcto engaste de las piedras que conservaba la obra para recuperar de este modo, por completo, el aspecto original de la misma.
Foto: Cruz Alzada Procesional / Arte Sacro©