Opinión. Vida y no muerte. José Carlos Campos Jiménez.

El aborto conlleva siempre la muerte violenta de un ser humano y probablemente suponga un terrible drama para la mayoría de las mujeres que lo sufren, forzadas por las circunstancias.

Hoy en día, por desgracia, la ley abandona a la mujer ante los problemas que le acarreará el nacimiento de un hijo y la empuja insolidariamente al aborto; toda ley que propicie la interrupción de la gestación supone una atroz injusticia para con los niños a los que desprotege.

La Archicofradía ha sido promotora directa y se ha alineado sin ningún atisbo de duda junto al resto de las Hermandades sevillanas a favor de la vida y ha suscrito en todos sus puntos el manifiesto aprobado por aclamación de los Hermanos Mayores presentes en la Asamblea Extraordinaria celebrada en el Consejo de Cofradías el pasado 21 de marzo de 2009. En dicho manifiesto se recogieron los siguientes acuerdos que paso a enumerar:

1º.- Que no obstante venir afirmándolo como católicos desde la fundación de cada Hermandad, queremos expresar, una vez más, nuestra más firme y decidida declaración en defensa de la vida desde el mismo momento de la concepción y hasta la muerte natural y todo ello ante los ataques que desde muchos frentes se vienen sufriendo en este sentido en los momentos actuales y las anunciadas perspectivas de su desmesurado agravamiento por medio de proyectos que aspiran a tener carácter de normas legales de inaceptable contenido y que explícitamente rechazamos.
    

2º.- Que siendo asimismo deseo de esta Asamblea de Hermanos Mayores no limitar su actuación a la declaración anterior, sino llevar a cabo una serie de medidas y actividades que se prolonguen no sólo en el tiempo y el espacio, sino también en sus efectos tendentes al fin último antes enunciado de defensa a ultranza de la vida humana, proponemos el desarrollo de una acción informativa/formativa destinada especialmente a los hermanos más jóvenes que tenga continuidad en el tiempo y se plasme en cuantos actos e iniciativas se estimen oportunos.

La sociedad en que vivimos ha emprendido una frenética carrera sin detenerse a pensar hacia dónde se dirige, obsesionada por los alicientes que le brindan el poder, la opulencia, la comodidad y en definitiva los mil placeres que una tecnología en permanente desarrollo es capaz de proporcionarle o siquiera sugerirle. Ese incierto camino que se ha empeñado en recorrer nos sume en el desconcierto a cuantos pensamos que la vida humana tiene un más alto destino que alcanzar.

El profético aviso de Ortega y Gasset hace ya unos cuantos años nos debería ayudar a percatarnos del peligro que la situación comporta: “Nuestra generación parece remisa a acudir a una brecha en donde es menester poner el hombro. Y esto no sería tan absolutamente grave, como lo es, si no trajera consigo y significara el fracaso de nuestra generación y ese fracaso de nuestra generación no fuera tal vez, según los momentos que llegan, el posible anuncio del fracaso definitivo de nuestro pueblo”.

Acontecimientos como el absoluto desprecio por la institución matrimonial; vidas que están llamando a la puerta y son rechazadas con dureza porque pueden alterar la placentera tranquilidad de quienes las concibieron y engendraron y hasta la eliminación de personas que estorban por su edad o sus dolencias nos mueven a preguntarnos hacia dónde se encamina esta sociedad convulsa y anticlerical que incluso se permite anunciar sin tapujos  la supresión en nuestras instituciones públicas de los símbolos más representativos de nuestra fe católica.

Los cofrades participamos todo el año en los cultos de nuestras Hermandades; vestimos la túnica nazarena durante los días grandes de la Semana Santa; rivalizamos en la belleza de las imágenes y en cuantos actos sirven para darles solemnidad y esplendor; contamos con Bolsas de Caridad para atender a los más necesitados y hasta patrocinamos algunas actividades sociales; pero ¿son bastantes estos cometidos en una coyuntura amoral como la que nos envuelve y ahoga? Los buenos propósitos tienen la fatalidad de que siempre llegan tarde…

Desde la Archicofradía queremos promover la formación de sus hermanos para que, en esta hora en que parece despreciarse la vida y fomentarse la muerte, se conciencien de que hay que proclamar, hoy más que nunca, con la palabra y con el ejemplo, la naturaleza cristiana del matrimonio como la unión indisoluble de un hombre y una mujer y el respeto a la vida humana, como obra de Dios, del que está a punto de nacer y del que, por razones de edad o enfermedad, parece próximo a dejar este mundo. “Hay que hacer el bien de prisa, que el mal no pierde momento”.

Para finalizar, deseo proporcionaros las direcciones de las Instituciones sevillanas dedicadas a la ayuda de la mujer embarazada que estuviera planteándose la interrupción de su gestación; en ellas puede recabar información sobre las consecuencias físicas y psíquicas del aborto y sobre la gestión de recursos para poder alumbrar felizmente a su hijo. Con esta iniciativa se dará difusión a todos nuestros hermanos, sus familiares y amigos de la labor que realizan estas Asociaciones para que sirva de utilidad en aquellos casos en que se requieran sus servicios:

Asociación REDMADRE de Sevilla
Avda. Ildefonso Marañón Lavín
Portal 1 Puerta 1 Local2
41019 Sevilla
Teléfono 24 horas: 608577563
Teléfono: 954226844
www.redmadresevilla.com

Provida-Asdevi
Asociación Sevillana en defensa de la Vida
c/ Virgen del Prado 9
41010 Sevilla
Teléfono: 954278950
www.provida-sevilla.com

Provida-Mairena del Aljarafe
c/ Armenta 3
41510 Mairena del Aljarafe
Sevilla
Teléfono: 955942797
www.provida.es

José Carlos Campos Jiménez
Hermano Mayor de la Archicofradía de La Misión