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Provincia. La Puebla del Río acoge la jornada diocesana de apostolado del mar


Arte Sacro. La Archidiócesis de Sevilla celebra el próximo 7 de octubre la décima jornada diocesana del Apostolado del Mar. En esta ocasión, el lugar elegido para acoger esta celebración es La Puebla del Río, localidad ribereña del Guadalquivir. Concretamente, el cardenal arzobispo de Sevilla, mons. Carlos Amigo Vallejo, presidirá la eucaristía que se celebrará en la Barqueta a las doce del mediodía. Esa tarde, a las seis, tendrá lugar la procesión de la Virgen del Rosario por las calles de la citada localidad.

Carta pastoral del cardenal

Con este motivo, el cardenal Amigo ha escrito una carta pastoral titulada "El mar y nuestro río" en la que explica la razón de ser de esta jornada diocesana: "Desde hace algunos años, nuestra diócesis, aunque carece de costas en el mar, celebra esta jornada acercándose al río Guadalquivir y, en alguna manera, unidos a toda la familia de las gentes del mar".

El cardenal comienza su carta recordando que el mar está copando las primeras páginas de la actualidad por motivos nada agradables: la muerte de inmigrantes en pateras, catástrofes naturales, contaminación de las aguas, ocupación indebida de las costas o el tráfico de drogas y personas. "Hay que lamentar que sea éste el protagonismo del mar", añade.

A continuación, destaca el trabajo de "muchas personas que cuidan del mar y que trabajan en el mar. A ellas se dirige particularmente la acción pastoral de la Iglesia en el día diocesano del apostolado del mar".

Texto íntegro de la carta pastoral del cardenal Amigo

  EL MAR Y NUESTRO RÍO


X Jornada Diocesana del Apostolado del Mar

- 7 de octubre de 2007 -



Carta pastoral del Cardenal Amigo Vallejo

Arzobispo de Sevilla


Es un tema de permanente actualidad. El mar llega hasta las primeras páginas de los medios de comunicación, aunque no siempre debido a noticias agradables y positivas.


Es frecuente oír hablar del mar, porque en el se han hundido las precarias embarcaciones ocupadas por gentes que huyen, de la pobreza de sus países, en busca de un poco de trabajo y de bienestar. El final ha sido, tantas veces, el quedar sepultados en el fondo del mar.


Las catástrofes naturales destruyen pueblos enteros y un mar embravecido se cobra montones de víctimas. Se denuncia la contaminación de las aguas y la ocupación indebida de las costas, el apresamiento de embarcaciones cargadas de droga, de armas y de personas con las que se trafica como si de esclavos se tratara. Barcos, en fin, con un cargamento peligroso y pocas medidas de seguridad que llenan de vertidos dañinos las playas.


Hay que lamentar que sea este el protagonismo del mar. Mucho más nos gustaría conocer y apreciar lo que es el mar como un inmenso espacio de posibilidades para el bien del hombre.


Gracias a Dios son muchas más las personas que cuidan del mar y que trabajan en el mar. A ellas se dirige particularmente la acción pastoral de la Iglesia en el día diocesano del apostolado del mar.


Desde hace algunos años, nuestra diócesis, aunque carece de costas en el mar, celebra esta jornada acercándose al río Guadalquivir y, en alguna manera, unidos a toda la familia de las gentes del mar.


Este año hemos elegido La Puebla del Río. Ciudad ribereña del Guadalquivir y hermosa puerta del parque de Doñana, cerca de las marismas y los pinares rocieros... En la Barqueta, junto al río, celebraremos la Eucaristía uniéndonos a todos los hombres y mujeres que hacen del mar su vida.



En el evangelio encontramos aquel episodio en el que Jesús, desde una barca, hablaba del Reino de Dios y de cómo llegaba la palabra del Señor al corazón de los hombres (cf. Mt 13).


También sabemos que algunos discípulos fueron llamados a seguir a Jesús cuando estaban arreglando las redes junto al lago (cf. Mt 4, 22). de tempestades y vientos amenazadores que hacen zozobrar la barca, y de la intervención milagrosa de Jesús calmando la borrasca... (Mt 8,25).


Pero, sobre todo, queremos quedarnos con ese momento en el que los discípulos estaban desanimados por el trabajo inútil de toda la noche. ¡Echad las redes de nuevo! ¡Salid mar adentro! Dios está con nosotros.


Esta es la intención de nuestra Jornada del apostolado del mar: ponernos junto a tantos hombres y mujeres, que trabajan y viven entre las preocupaciones de muchas tormentas de inseguridad, y llevarles la esperanza de saber que cuentan con la ayuda de Dios, pero también de cuantos, desde su responsabilidad pública se ocupan de los asuntos del mar.


Tenemos tan buen timonel, Cristo, que nuestra barca no puede por menos que estar llena de esperanza.


Con mi bendición,

+ Carlos, Cardenal Amigo Vallejo

Arzobispo de Sevilla










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