Opinión. ¡Qué enorme alegría! El Diputado de Cruces

Si el pasado fin de semana fue muy triste, hoy, en cambio, es un día muy alegre. La solución para que el Carmen de Omnium Sanctorum, de forma excepcional y sólo por este año, haga su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral Metropolitana en el primer lugar del Miércoles Santo, siempre me ha parecido la más natural. Y después de la Semana Santa, debiera haber tiempo de sobra para estudiar una ubicación definitiva para esta hermandad, sin prisas ni agobios y, en lo posible, consensuada entre todas las partes.

Dicen que rectificar es de sabios, pero a mí me parece que el acuerdo tomado en la madrugada de ayer por los hermanos mayores del Miércoles Santo encierra bastante más que sabiduría, ya que, en los tiempos que corren, lo más fácil es eso de “sostenerla y no enmendarla”. Ahora vendrán los análisis de los por qué de este cambio de opinión: que si las presiones, que si el Cardenal, que si las disensiones internas…

¿Qué más da? Yo prefiero quedarme con el otro ángulo de la cuestión, el alegre: por fin, después de once años, los hermanos de la Calle Feria van a hacer su estación de penitencia de la misma forma que la hacemos nosotros, yendo a la Catedral, porque esto es lo que consideramos que es bueno, nos reconforta espiritualmente y nos integra un poco más en nuestra ciudad.

Este es el momento de las enhorabuenas. A la hermandad del Carmen, disfrutadlo hermanos, veréis que es algo muy hermoso y cuando lleguéis a la Puerta de San Miguel, sentid que todos nosotros vamos a entrar a vuestro lado. Y, también, a los hermanos mayores del Miércoles Santo, que nos han abierto ese rayo de esperanza que significa que el ser buen cofrade sevillano se imponga a ciertos intereses concretos.

Que todos tengamos una buena estación de penitencia y obtengamos buenos frutos espirituales de ella. Y, a ser posible, no esperemos a la próxima cuaresma para encontrar la solución definitiva.

diputadocruces@yahoo.es

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