Mañana se canoniza a un jesuita chileno.

Arte Sacro. Mañana, día 23 de octubre, como punto final del Sínodo de los Obispos dedicado a la Eucaristía , el papa Benedicto XVI presidirá su primera ceremonia de canonización desde el inicio de su pontificado. En ella nombrará santos a cinco beatos, uno de ellos jesuita: el chileno Alberto Hurtado Cruchaga, una de las figuras más destacadas en la historia de la Iglesia católica en Chile. Los otros beatos son: Józef Bilczewski, Zygmunt Gorazdowski (ucranianos); Felice da Nicosia y Gaetano Catanoso (italianos).

El Padre Hurtado nació en Viña del Mar (Chile) el 22 de enero de 1901 y murió en Santiago de Chile el 18 de agosto de 1952. Fue declarado Beato el 16 de octubre de 1994. La Iglesia y la Provincia de la Compañía de Jesús en Chile han elaborado conjuntamente un extenso programa de corte pastoral como preparación a la ceremonia de canonización bajo el lema El nos marcó el camino: Sigámoslo. El programa quiere presentar al Padre Hurtado como figura providencial en su tiempo y fuente de espiritualidad para el nuestro.

Desde la Comisión organizadora de la Canonización en Chile, se espera que asistan a la ceremonia más de cinco mil chilenos. Además, el santuario Beato Alberto Hurtado de Santiago de Chile será escenario, la noche anterior, de la vigilia “Chile vela junto al Padre Hurtado”, en la que se esperan más de veinte mil chilenos. Y la ciudad de Antofagasta reunirá en una vigilia el 22 de octubre en el estadio regional a unas cinco mil personas, mientras que los habitantes de Puerto Montt se congregarán en el colegio San Francisco Javier y los de Temuco harán lo propio en la catedral local. Con la canonización del Padre Hurtado el número de santos de la Compañía se eleva a 49. Los Beatos son 146.

En una carta dirigida a todos los jesuitas, el Prepósito General de la Compañía de Jesús, Peter-Hans Kolvenbach decía de este beato: “Lo que predomina en el Padre Hurtado es su capacidad de amar. Un don concedido por Dios, que él supo desarrollar estableciendo a la luz del Evangelio, una amistad cada día más intensa y personal con Nuestro Señor. Conforma al pensamiento de San Ignacio, contemplando los misterios de la vida de Jesús fue adquiriendo una creciente familiaridad con el Señor, razón de ser de las actitudes que le fueron características (…) La relación del Padre Hurtado con el Señor no tuvo, pues, nada que ver con un espiritualismo intimista lejano de la realidad: fue un compartir real y efectivo con el modo de vivir de Cristo, tratando con las personas, mirándolas y amándolas de modo efectivo y real en el contexto social en que se encontraban, como necesitadas de auténtico calor humano, de interés, formación y justicia (…) El interés que manifestó por el prójimo estaba además caracterizado por una extraordinaria nota de calor y cercanía, que no siempre se dan en los que ejercitan el apostolado. La explicación de este hecho la encontramos en el hecho de que Jesús, presente en la Eucaristía , fue su centro de atracción”.

Pincelada biográfica

Joven abogado, Alberto Hurtado ingresó en la Compañía de Jesús en 1923. Se formó en Argentina, España y Bélgica. Se doctoró en Pedagogía y Psicología. Ordenado sacerdote regresó a Chile. Se dedicó al apostolado entre los jóvenes y a la enseñanza. Fue Asistente Nacional de Acción Católica.

Igualmente se dedicó prioritariamente a servir a los marginados de la sociedad y fundó «El Hogar de Cristo» para ayudar a los pobres sin techo, la ASICH (Acción Sindical Chilena) y la Revista Mensaje.

Hasta la fecha, su memoria se celebra el 18 de agosto (fecha de su muerte), en Chile día Nacional de la Solidaridad , en reconocimiento a su palabra y a su labor como estímulo para seguir su ejemplo.